La etiqueta en el Aikido, es el conjunto de normas que debemos seguir mientras nos encontremos en el tatami. A pesar de lo que pueda parecer, el riguroso seguimiento de la etiqueta es sumamente importante para la correcta práctica del Aikido.
La etiqueta nos ayuda a distanciarnos de nuestra actividad del día a día y adoptar el estado mental adecuado para que el entrenamiento resulte provechoso. También nos permite mantener una correcta actitud de respeto que contribuye a evitar conflictos y lesiones.
La etiqueta tradicional del Aikido proviene directamente de las enseñanzas de O Sensei y respetarlas ayuda también a actuar de acuerdo con el espíritu del Aikido.
Al estudiante que empieza, alguna de estas normas pueden parecerle extrañas al principio, pero a medida que progrese irá descubriendo su importancia. Si en algún momento no sabemos cómo actuar, lo más coveniente es preguntar a nuestros compañeros.
Estas son las normas más comunes:
Es responsabilidad de cada estudiante cooperar para crear una atmósfera positiva de armonía y respeto.
Respetar al Fundador y sus enseñanzas, respetar el Dojo, respetar el Sensei o a quien Instruye, respetar a tus compañeros y respetar el material de entrenamiento.
Respeta la forma como el instructor conduce el entrenamiento. Escucha las instrucciones y aplícalas sinceramente y lo mejor que puedas. No hay sitio para conversar y mucho menos, alguna discusión en el tatami.
Es la responsabilidad moral de cada uno de los estudiantes no utilizar las técnicas de Aikido para dañar a otra persona o como una forma de mostrar su ego. Aikido es una herramienta para desarrollar una sociedad mejor a través del desarrollo de cada persona.
No deberá haber conflictos de ego sobre el tatami. Aikido no es lucha callejera. El tatami es para entrenar y purificar las reacciones agresivas, a la vez que se cultiva el servicio al prójimo y la responsabilidad social.
Hay que evitar la competición sobre el tatami. El propósito del aikido no es luchar y derrotar a un enemigo, sino luchar y derrotar tus propios instintos agresivos.
La fuerza del Aikido no se basa en la fuerza muscular, sino en la flexibilidad, control del tiempo, autocontrol y modestia. Sé consciente de tus limitaciones.
Todos tenemos habilidades físicas y razones para el estudio diferentes y debemos respetarlas. El Aikido verdadero se basa en la aplicación flexible de la técnica apropiada para cada situación. Es tu responsabilidad no lesionar a ninguno de tus compañeros ni lesionarte tú mismo.
No debe haber luchas de poder en el dojo. Los miembros del dojo forman una familia y la armonía es el secreto del Aikido.
Aikido no es una religión sino la educación y el refinamiento del espíritu. Nunca se te exigirá adherirte a ninguna doctrina religiosa sino sólo a mantenerte espiritualmente abierto. Cuando nos inclinamos no se trata de ningún ritual religiosa, sino un signo de respeto para el mismo espíritu de inteligencia universal creativa que se encuentra en todo nosotros.
Las ceremonias de apertura y clausura de cada práctica de Aikido se inician con un saludo al Kamiza y el saludo entre el Instructor y los estudiantes. Los saludos dirigidos al Kamiza simbolizan el respeto por el espíritu y los principios del Aikido, y la gratitud a O Sensei por desarrollar este sistema de estudio.
Al principio de la práctica, entre los estudiantes y el instructor se pronuncia “Onegai shimasu.” Una traducción aproximada podría ser “Por favor, permítame aprender” cuando las pronuncia un estudiante ” y “por favor, recibe mis enseñanzas” cuando las pronuncia el instructor. Las palabras que se pronuncian al final de la práctica son “Domo arigato gozaimashita.” Traducido significa “Tienes mi respeto y gratitud por lo que acabas de hacer.” Esta es la forma más respetuosa de decir gracias.
Saluda en dirección al kamiza cada vez que entres y abandones el dojo.
Respeta tus herramientas de entrenamiento. El Gi debe estar limpio. Las armas deben estar en buena condición y en su lugar adecuado cuando no se estén utilizando.
Habla lo menos posible sobre el tatami. El Aikido es experiencia.
Nunca utilices el gi o las armas de otro.
Algunos minutos antes de la clase deberías haber calentado y sentado en meditación tranquila para liberar tu mente de los problemas del día y prepararte para el estudio.
Es importante llegar a tiempo para participar en la ceremonia de apertura. Si por algún motivo llegas tarde, debes esperar formalmente sentado al lado del tatami hasta que el instructor te dé permiso para incorporarte a la clase. Efectúa un saludo tranquilo antes de entrar al tatami.
La forma adecuada de estar sentado sobre el tatami es en seiza. Si sufres algún tipo de lesión, se permite permanecer sentado con las piernas cruzadas (hanza) pero nunca reclinado o apoyando la espalda sobre la pared o cualquier otro sitio.
Está prohibido abandonar el tatami durante la clase excepto en caso de que te encuentres mal o de lesión.
Cuando el instructor muestra una técnica, debes permanecer en silencio y observar atentamente sentado en posición de seiza. Una vez que el instructor haya terminado de mostrar la técnica, deberás saludar primero al instructor y después a un compañero e iniciar la práctica inmediatamente.
Cuando el instructor marque el final de una técnica, deberás parar inmediatamente, saludar a tu compañero y volver a situación de seiza con tus compañeros.
Nunca permanezcas de pie sobre el tatami sin hacer nada. En todo momento debes practicar o, en caso necesario, esperar tu turno sentado en seiza.
Si necesitas preguntar algo, deberás acercarte a él o ella y saludarlo antes de formular la pregunta. Nunca llames al instructor para que se acerque a ti.
Cuando recibas instrucciones directamente, debes sentarte en seiza, observar atentamente y agradecer una vez el instructor haya acabado. Si alguien cercanos recibe instrucciones, también está permitido dejar de practicar para observar. En ese caso, también deberemos permanacer sentados formalmente y agradecer al instructor.
Respeta a aquellos que tienen más experiencia. Nunca discutas sobre de la técnica.
Respeta a aquellos que tienen menos experiencia que tú. Evita imponer tus ideas sobre los demás.
Si entiendes el movimiento y estás trabajando con alguien que no lo hace, puedes guiarlo. Evita corregir o dar órdenes a tu compañero a menos que estés autorizado a hacerlo.
Limpiar es una acción activa de agradecimiento y es responsabilidad del estudiante ayudar en la limpieza del dojo como camino para limpiar su propia mente y su propio corazón.
El dojo no deberá ser utilizado para ningún otro propósito más que las clases programadas a no ser que exista el permiso del instructor.
Vigila tu higiene. Las uñas de manos y pies deben estar cortadas adecuadamente.
Está prohibido comer, beber, fumar o masticar chicle tanto dentro como fuera del tatami durante la práctica.
Está prohibido cualquier tipo de joyería, incluyendo anillos y pendientes.
Evita tomar bebidas alcohólicas mientras tengas puesto el gi.
Aunque al principio ver tantas normas puede resultar un poco confuso, después de llevar un tiempo entrenando nos daremos que la mayoría de ellas apelan al sentido común. Por ese motivo, es muy importante evitar ofenderse o reaccionar mal cuando alguien nos corrige.
Seguir la etiqueta siempre juega en nuestro favor para proteger nuestra integridad física pero, sobre todo, para acceder a las enseñanzas profundas del Aikido.